El país al Sur de Asia celebró elecciones el 21 de septiembre de 2024, y se consagró como ganador Anura Kumara Dissanayake para el período 2024-2029. Por primera vez, un candidato de un tercer partido consigue la victoria en los comicios. Dissanayake, conocido por sus iniciales AKD, es un político marxista y líder del partido Janatha Vimukthi Peramuna y de la coalición Poder Popular Nacional. En el año 2019 se presentó a las elecciones presidenciales, sin embargo obtuvo solamente el 3,16% de los votos.
Sus oponentes fueron Sajith Premadasa, conocido por ser el líder de la oposición, quien obtuvo el segundo puesto, y Ranil Wickremesinghe, ex presidente esrilanqués durante el mandato 2022-2024, quien obtuvo el 17,27% de los votos quedando afuera en primera vuelta. Según el sistema electoral de Sri Lanka, para que un candidato obtenga la victoria se necesita el 50% más 1 de los sufragios. En primera vuelta, AKD logró el 42,30%, mientras que su contrincante Premadasa el 32,75%. Por eso, se realizó un segundo recuento entre ambos, quedando como ganador el candidato marxista con el 55,89% de los votos. Según la Comisión Electoral, en los presentes comicios hubo una participación electoral del 79%.
La situación actual en Sri Lanka
Hace un poco más de 2 años, Sri Lanka atravesaba su peor crisis económica, social y política desde su independencia de Gran Bretaña en 1948. Fue en julio de 2022 cuando los habitantes decidieron entrar por la fuerza a la residencia de Gotabaya Rajapaksa, presidente de la Nación en aquel entonces. El objetivo era claro, Gotabaya debía dimitir. El Estado conocido como la ‘‘Lágrima de la India'’ estaba sumido en una extrema pobreza, la constante violación de derechos humanos y libertades (como la detención arbitraria y la tortura), sumada a la escasez de alimentos y la no entrada de productos considerados esenciales, como el combustible, el gas y los medicamentos debido a la escasez de divisas, no hicieron más que intensificar la situación del país.
Actualmente, a pesar de los intentos de los ex presidentes, la situación del país no tuvo grandes avances, incluso la pobreza se multiplicó entre 2021 y 2023. El descontento social y la necesidad de un cambio fueron los motores para el éxito de AKD, quien acogió las demandas de la mayoría y las transformó en promesas durante su campaña electoral. Asimismo, asumió la responsabilidad de la lucha contra la corrupción, uno de los temas más recurrentes en el territorio.
Otro de los grandes desafíos de Dissanayake es la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la deuda de más de 77 millones de euros. El pasado viernes 4 de octubre, se reunió con una delegación de la Organización con el fin de renegociar la deuda y buscar alternativas que no empeoren la calidad de vida de los esrilanqueses.
Que el conocimiento no se extinga.