El presidente francés, Emmanuel Macrón, aceptó el lunes 6 de octubre la renuncia puesta a disposición por Sébastien Lecornu, primer ministro de Francia. Esto sucedió horas después de anunciar un nuevo gabinete, el cual generó diversos rechazos en la oposición, pero también entre sus aliados y ministros propios.
El punto de inflexión para la renuncia se dio el domingo 5 de octubre, tras el anuncio por parte del gobierno francés en el que se volvieron a elegir a la mayoría de los ministros, y se anunció el regreso de Bruno Le Maire, ex ministro de Finanzas, al frente de la Defensa. Esto creó malestar en el partido conservador socio de la alianza de Macron en el gobierno, Los Republicanos (LR). Según declara el presidente de LR y ministro del interior, Bruno Retailleau, no fue informado del regreso de Bruno Le Maire, a quien -desde el LR- ven responsable del nivel de deuda pública (115,6% del PIB) del país.
La derecha -que ganó mucho terreno en las últimas elecciones- y la izquierda enfrentaron al primer ministro, alegando que no está actuando de la manera que el país lo necesita y que no refleja el cambio que prometió.
Sébastien Lecornu afirmó en la declaración de prensa de su renuncia que intentó construir un camino, pero que "las condiciones ya no estaban dadas" para poder ejercer su rol y aprobar el presupuesto para el próximo año. Su énfasis estaba puesto en diversos temas que venían trabados hace tiempo, como el seguro de desempleo, la penosidad del trabajo y la seguridad social. Al mismo tiempo, cargó contra el partido conservador LR, acusándolos de fingir no ver el cambio. También cuestionó el orden de importancia que el partido le daba a ciertas cuestiones: “Siempre hay que preferir a su país antes que a su partido”. Por último, apuntó contra las ambiciones presidenciales, las cuales, según él, profundizaron la crisis nacional.
Sebastien Lecornu en el Hotel Matignon de París, el 3 de octubre del 2025 - Raphael Lafargue/SIPA/AP
Al mismo tiempo, el presidente francés también fue culpado por la renuncia de Lecornu: lo acusan de elegir el gabinete y de saber que Lecornu no tenía “margen de maniobra”. Jordan Bardella, presidente del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, pidió la disolución del parlamento francés.
Esta crisis que perdura en Francia demuestra la profunda desconfianza que atraviesa a todas las formaciones políticas del Estado. Macrón deberá decidir si nombra un nuevo primer ministro, si disolver de nuevo a la Asamblea o dimitir él mismo.
Que el conocimiento no se extinga.