La ocupación de las fuerzas militares estadounidenses aumentó en el control fronterizo con México, desde la nueva base militar ubicada en El Paso, Texas y hace que la frontera entre ambos países se convierta en una extensa zona militar que atraviesa los estados de California, Nuevo México, Arizona y Texas, formando una línea divisoria de 3.100 km. Todo se concentra en la parte más alta del monte Cristo Rey, en El Paso, hace que la frontera sea muy agreste, ya que no llegan las altas barreras de acero que forman el muro que separa Estados Unidos y México.
Donald Trump está empleando más de 8.000 soldados desplegados por línea, además de 100 strykers (un vehículo de combate con ocho ruedas utilizados por última vez en las guerras de Irak y Afganistán). Además, cuenta con aviones, drones espías y dos buques de la Armada que vigilan las costas, ningún presidente estadounidense ha utilizado esta cantidad de logística militar que se está empleando ahora en esta zona que marca la política de disuasión y de mano dura que ha prometido aplicar Trump desde su llegada a la Casa Blanca. El mando militar tiene el objetivo de retener y alertar a los agentes fronterizos para que hagan la detención oficial, para que se considere que las fuerzas armadas realizan labores policiales dentro del territorio estadounidense.
Militarización de la frontea de Estados Unidos con México - Getty Images
Hay una advertencia para los migrantes que entran en estas franjas, estos son considerados intrusos e incluso serían arrestados temporalmente por soldados estadounidenses hasta que lleguen los agentes de seguridad fronteriza. Las advertencias se encuentran en 1.700 carteles en inglés y en español a lo largo de la zona desértica donde es comunicado el riesgo de ser detenidos si se ingresa a la zona militar.
Las nuevas áreas de defensa nacional y los strykers confirman una gradual militarización de la frontera que Trump ya buscó en su primer mandato (2017-2021) pero fue rechazado por los altos mandos militares de ese momento, algo que no sucede con el actual secretario de defensa Hegseth, alineado con Trump. Hay un fundamento para este plan de militarización redoblado y es que se trata de un plan de emergencia, más allá que los números de cruces ilegales de personas están en números menores de manera histórica lo que para Goitein es contradictorio.
Por último, este plan de militarización ha tenido la idea de que las tropas militares estadounidenses de cruzaran la frontera nacional con México para realizar operaciones contra los carteles pero la presidente de México, Claudia Sheinbaum se opuso tajantemente. Trump había argumentado que se trata de una operación para sellar y proteger la frontera como también a las familias estadounidenses del sur del país, que son víctimas de las drogas y la violencia, por eso justifica el ejercicio que realizan las tropas estadounidenses cerca de México pero lejos de las peligrosas misiones internacionales tradicionales.
Que el conocimiento no se extinga.