La OTAN es una alianza militar intergubernamental. Sus siglas significan Organización del Tratado del Atlántico Norte. Este acuerdo surge como alianza militar defensiva en respuesta al temor de una agresión soviética, dentro de la lógica bipolar de la Guerra Fría. Refleja el alineamiento del bloque occidental frente al bloque comunista. La OTAN surge a través del tratado de Washington que es firmado por los países fundadores el 4 de abril de 1949
La Cumbre de la OTAN, es una reunión de alto nivel que convoca periódicamente a los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la Alianza Atlántica. El propósito de estas reuniones es debatir y definir las grandes prioridades estratégicas de la OTAN, también permite tomar decisiones sobre defensa colectiva, seguridad internacional, amenazas emergentes y relaciones con otros países.
La cumbre de la OTAN 2025 se celebró en La Haya, Países Bajos, los días 24 y 25 de junio.Los líderes de los 32 países miembros acordaron un objetivo histórico: elevar el gasto en defensa al 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2035. Este objetivo se divide en dos partes: un 3,5 % destinado a gastos militares básicos, como personal, entrenamiento y equipamiento, y un 1,5 % adicional para inversiones estratégicas en sectores como ciberdefensa, infraestructura crítica y tecnologías emergentes.
El principal impulsor de esta iniciativa fue el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien presionó a los aliados europeos para que aumenten drásticamente su inversión en defensa. Su postura generó tensiones, especialmente con países que enfrentan dificultades económicas o que priorizan otras áreas del gasto público.
Esta medida adoptada por los líderes mundiales, nos lleva a preguntarnos ¿Qué objetivos persigue el aumento del gasto militar? Según varias fuentes, el mundo está desarrollado está emprendiendo un rearme masivo. Las guerras en ucrania y medio oriente, la amenaza de un conflicto en torno a Taiwán y el enfoque de Trump respecto a las alianzas han convertido en un tema de prioridad el fortalecimiento de la seguridad nacional
Estas nuevas sumas invertidas por los países en gastos de defensa podrían transformar la economía global y presionar las finanzas públicas. Muchos países afirman que el gasto militar traerá beneficios económicos además de seguridad. Por un lado, podría estimular ciertas industrias estratégicas como la tecnológica, la aeroespacial o la cibernética, generar empleos y fortalecer la autonomía militar de Europa. Pero por otro, puede implicar recortes en otras áreas sociales o mayores déficits fiscales, especialmente en países con economías más débiles o alto endeudamiento.
Por lo tanto, podemos concluir en que La OTAN aumentó el gasto en defensa para enfrentar los nuevos desafíos globales, pero esto también implica grandes decisiones internas para los países. ¿Cómo repartir ese dinero? ¿A qué sectores priorizar? Lo que está en juego no es solo la seguridad, sino también el equilibrio entre lo militar, lo económico y lo social.
Que el conocimiento no se extinga.