La reunión entre los líderes estadounidense y ruso genera preocupación en Kiev y Bruselas por el futuro de la República de Ucrania. La intención de ambos mandatarios era llegar a un acuerdo de alto al fuego en Ucrania. La falta de invitación a Zelensky, Presidente ucraniano, remonta a otros momentos de la historia donde las grandes potencias discuten el futuro de los países pequeños sin invitarlos a negociar.
El pasado viernes 15 de agosto Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos, acogió a Vladimir Putin, Presidente ruso, en Alaska. Un Estado que forma parte de Estados Unidos desde 1867, cuando este país se lo compró, curiosamente, al Imperio Ruso luego de la guerra de Crimea.
Putin, quien cuenta con un pedido de arresto emitido por la Corte Penal Internacional, selló con su visita a Estados Unidos el fin del aislamiento internacional que lo alejó de las cumbres bilaterales y multilaterales durante los últimos tres años.
De esta forma, la reunión en Alaska marcó un punto de inflexión en el sistema vigente desde el fin de la guerra fría. La decisión de Trump de apaciguar a Putin y aceptar sus condiciones para terminar el conflicto, dan cuenta de la decisión de Trump de cambiar la posición de Estados Unidos respecto a la guerra en Ucrania. A partir de ahora, Washington no será un aliado incondicional de Kiev, sino que se mostrará abierto a negociar con Moscú.
Se puede interpretar que este cambio abrupto en la política exterior norteamericana se debe a una intención de Trump de anteponer sus motivaciones personales al interés nacional de los Estados Unidos. Asimismo, Trump mantiene un estilo de liderazgo similar al de Putin.
Los países europeos se dieron cita el lunes 18 de agosto en Washington para acompañar a Zelensky en su reunión con Trump. Ursula von der Leyen (Alemania), Friedrich Merz (Alemania), Georgia Meloni (Italia), Emmanuel Macron (Francia) y Keir Starmer (Reino Unido) fueron algunos de los mandatarios que formaron parte de la escolta europea que acompañó al Presidente ucraniano en su reunión con Trump. El objetivo de esta comitiva era servir de apoyo para la posición ucraniana en un momento donde Kiev fue abandonada por su aliado más cercano.
Zelensky junto a Trump y los líderes europeos.
La foto de Trump, los europeos y Zelensky quedará en la historia como el intento de Bruselas de recuperar algún tipo de relevancia en las negociaciones de paz sobre la guerra en Ucrania.
En Ucrania, la sociedad civil espera con ansias el fin del conflicto, el cual ya se cobró la vida de más de 12.000 personas. “El único agresor es Rusia”, puede oírse en las principales ciudades del país.
Es importante que cualquier tipo de acuerdo contemple y respete la integridad territorial de Ucrania y ofrezca algún tipo de compensación para su población.
Que el conocimiento no se extinga.