En junio de 2023, fue asesinado en Canadá Hardeep Singh Nijjar, líder del movimiento independentista sikh en el país norteamericano. Este movimiento nació en Punjab (al norte de India) a finales de 1980. Profesaban la idea de una patria y un pueblo separado de la India. Sin embargo, este movimiento fue reducido a través de varias masacres durante las décadas de los 80 y los 90. Asimismo, el grupo militante Khalistan Tiger Force fue prohibido en todo el país. Actualmente, hay distintas diásporas del movimiento sikh alrededor del mundo: las más significativas se encuentran en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, esta última tiene la comunidad sikh más grande a nivel global.
Hardeep Singh Nijjar nació en la India en 1977, 20 años después se mudó a Canadá y obtuvo la ciudadanía en 2007. Con el paso del tiempo, fue ganando popularidad en la comunidad sijista hasta presidir espacios religiosos importantes desde el liderazgo. Por el contrario, las autoridades de su país de origen lo catalogaron como terrorista y separatista, acusándolo de cometer graves crímenes dentro del territorio y, además, de dirigir campos de entrenamiento terroristas en Columbia Británica con el fin de atacar y desestabilizar a la India en un futuro. En 2016, estas acusaciones llegaron a los medios de comunicación canadienses y Singh Nijjar se defendió a través de una carta enviada al Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, en donde declaraba que defendía el derecho de los sikhs a la autodeterminación de su pueblo, pero que nunca apoyó ningún tipo de revolución de carácter violento.
La disputa judicial se centra en la acusación de Canadá hacia la India, donde se responsabiliza al país asiático por el tiroteo que acabó con la vida del activista en el estacionamiento de un templo sikh. El Gobierno de la India desestimó estas denuncias y expresó que no había ninguna prueba concreta que demuestre su implicación en el incidente. Por otro lado, el Primer Ministro Narendra Modi señaló la no intervención por parte de la policía canadiense para detener las protestas del movimiento sikh y los eventos ‘‘anti-india’’, calificando a la región como un ‘‘espacio libre para los terroristas’’. No obstante, Trudeau expresó que sí existen pruebas que evidencian la participación de agentes indios en el asesinato de Nijjar, y que se trataba de un ‘‘ataque selectivo’’, pues un año antes se llevó a cabo un intento de asesinato en Nueva York contra otro líder de la comunidad sikh.
El presente litigio tensó las relaciones entre ambos Estados, al punto de llevarlo a una crisis diplomática con la retirada y la declaración de ‘‘persona non-grata’’ a varios funcionarios del cuerpo diplomático de Ottawa y Nueva Delhi. Algunos ejemplos son la expulsión del embajador indio (Sanjay Kumar Verma) y de otros cinco diplomáticos en pos de la seguridad nacional, luego de la acusación de involucramiento de agentes diplomáticos indios en el homicidio y futuros planes relacionados con acciones represivas a la comunidad. Modi tomó represalias y decidió expulsar a otros seis diplomáticos canadienses, desestimando el asunto y enfatizando que detrás de estas acciones del gobierno canadiense existen fines políticos.
Si bien las tensiones llevan más de un año, todo apunta a que la relación entre las naciones no mejore.
Que el conocimiento no se extinga.