El Salvador ha pasado de ser uno de los países más peligrosos del mundo a convertirse en el más seguro de América Latina, según el gobierno de Nayib Bukele. El presidente Bukele ha logrado reducir los homicidios y controlar a las pandillas mediante la implementación de un régimen de estado de excepción. Esto ha llevado a que la mayoría de los salvadoreños aseguren vivir más tranquilos, pero también ha generado miles de denuncias por presuntas violaciones a los derechos humanos.
Desde marzo de 2022, El Salvador mantiene un régimen de estado de excepción, lo que implica la suspensión de garantías constitucionales y ha permitido que más de 75,000 personas sean detenidas por delitos vinculados a pandillas. Sin embargo, más de 7,000 de esos detenidos fueron liberados tras demostrarse que eran inocentes, y habían sido injustamente encarcelados. El estado de excepción es una medida constitucional reconocida en muchos países que permite la suspensión de derechos durante un tiempo limitado y bajo circunstancias justificadas. No obstante, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que ya no existe una situación que justifique la continuidad de esta medida.
En cuanto a las modificaciones legislativas, El Salvador ha incorporado la aplicación obligatoria de prisión preventiva para ciertos delitos, la reserva de identidad de las personas operadoras de justicia en procesos penales, y la extensión de penas de prisión a menores de 18 años. Del mismo modo, existen denuncias sobre la ineficacia del recurso de habeas corpus, que garantiza la protección del derecho a la libertad física, psíquica y moral de las personas detenidas y se han reportado la falta de pruebas para sustentar cargos, incumplimientos del debido proceso y limitaciones en el derecho de defensa.
Bukele está en su segundo mandato como presidente. Durante su primer período, se centró principalmente en medidas de seguridad y la construcción de la "megacárcel", lo que llevó a que El Salvador se convirtiera en el país con la tasa de presos más alta del mundo. Además, se buscó mejorar la imagen internacional del país invitando a medios de comunicación importantes para difundir información sobre la megacárcel, y promovió el turismo al acoger eventos como Miss Universo y los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Esto posicionó a El Salvador como el quinto país del mundo con mayor aumento en la llegada de turistas internacionales.
El Salvador también fue el primer país en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal. Sin embargo, debido a la falta de información pública, el 85% de los salvadoreños admitió no haber usado bitcoin durante todo 2023.
En cuanto a su segundo mandato, a pesar de que la Constitución de El Salvador prohíbe la reelección inmediata en al menos seis de sus artículos, Bukele logró ser reelegido y ha señalado que su nuevo objetivo es mejorar la economía del país. El aumento de precios en su primer mandato generó dificultad para alcanzar a comer tres veces al día y, según la FAO, más del 48% de la población ha experimentado inseguridad alimentaria entre 2020 y 2022.
Desde la asunción de Javier Milei como presidente de Argentina, ambos presidentes han mostrado interés en fortalecer sus relaciones políticas. El primer encuentro entre ambos mandatarios ocurrió cuando Milei asistió a la toma de posesión del segundo mandato de Bukele. El pasado lunes 30 de septiembre, se reunieron por segunda vez y anunciaron la firma de siete convenios en materia económica, nuclear, cultural y deportiva, entre otros.
Ambos líderes, quienes asumieron el poder bajo circunstancias controvertidas, han alcanzado un alto perfil internacional. Mientras Milei culpa a la "casta política" de la decadencia argentina, Bukele sostiene que "el dinero alcanza cuando nadie está robando". Ambos se destacan por su influencia en redes sociales y sus políticas se están alineando poco a poco, como lo demuestra su rechazo conjunto a la Agenda 2030 y su enfoque en fortalecer los modelos de seguridad. En este contexto, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, viajó a El Salvador para conocer más sobre el "método Bukele" y firmar un convenio de cooperación en capacitaciones conjuntas entre las fuerzas de seguridad.
El camino de Bukele para convertir a El Salvador en un país más seguro ha traído consigo un fuerte debate sobre el estado de la democracia y los derechos humanos. Aunque el enfoque en seguridad ha transformado la vida diaria de los salvadoreños, las críticas internacionales y locales apuntan al alto costo que estas políticas han tenido sobre las garantías constitucionales y las libertades civiles.
Que el conocimiento no se extinga.