El proceso de ingreso de Argentina a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha sido un camino largo y estratégico que ha atravesado distintas administraciones de gobierno en el país. Este recorrido comenzó formalmente en 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando Argentina expresó por primera vez su interés en ampliar su participación en el organismo internacional, que reúne a democracias con economías de mercado.
En 2022, bajo la administración de Alberto Fernández, la OCDE respondió a la solicitud argentina extendiendo una invitación formal para iniciar las discusiones de adhesión, marcando el comienzo de un proceso que implicaba el diseño de una Hoja de Ruta detallada. Esta Hoja de Ruta es fundamental, ya que establece los pasos y compromisos necesarios que Argentina debe seguir para cumplir con los estándares y buenas prácticas que exige la OCDE en áreas como el comercio, el medio ambiente, el empleo, el trabajo, y asuntos sociales, entre otros.
La llegada del presidente Javier Milei en diciembre de 2023 reactivó este proceso de manera decisiva. Apenas asumido, su gobierno mostró una firme determinación de avanzar rápidamente con la adhesión, dando prioridad a la integración de Argentina en el sistema multilateral de reglas que la OCDE promueve. En este contexto, se aceleró la formalización de los compromisos necesarios para el ingreso. Para mayo de 2024 la canciller argentina, Diana Mondino, recibió formalmente la Hoja de Ruta en una ceremonia en París, iniciando oficialmente el proceso de adhesión.
La OCDE ha reconocido que el proceso de adhesión es complejo y puede llevar varios años, estimando un período de entre cinco y ocho años para que un país se convierta en miembro pleno, dependiendo de la rapidez con la que se cumplan los requisitos técnicos y se implementen las reformas necesarias. Mathias Cormann, el secretario general de la OCDE que visitó Argentina en 2024, subrayó la importancia de contar con un amplio respaldo político en el país para asegurar la continuidad del proceso a lo largo de diferentes administraciones, como ha ocurrido en otros casos exitosos de adhesión, como el de Costa Rica y Colombia.
La adhesión de Argentina a la OCDE no solo busca mejorar las políticas económicas y sociales internas del país, sino que también representa una oportunidad para reforzar la posición de Argentina en el escenario internacional. A medida que el proceso avance, se espera que continúe el diálogo fructífero entre Argentina y los países miembros de la OCDE, abordando temas clave que incluyen desde políticas climáticas hasta la promoción de la libertad económica y de expresión.
Que el conocimiento no se extinga.