La reciente tragedia en España, provocada por una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), ha dejado más de 200 muertos y decenas de desaparecidos, principalmente en la provincia de Valencia. Las lluvias torrenciales, con registros de hasta 500 litros por metro cuadrado, causaron inundaciones masivas en varias localidades. Este fenómeno es común en la región mediterránea española a finales del verano, pero en esta ocasión fue excepcionalmente destructivo.
Las localidades más afectadas, como Paiporta, Picanya y Sedaví, enfrentan condiciones insalubres; las calles cubiertas de lodo y basura, cortes de electricidad y la falta de agua potable. Las autoridades han advertido que debido a la inundación, las aguas residuales se han mezclado facilitando que se propaguen enfermedades infecciosas y bacterias como E.Coli y Salmonella. Además, las aguas estancadas podrían convertirse en criaderos de mosquitos y aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por estos insectos. Debido a esto, las autoridades han iniciado una campaña de vacunación contra el tétanos y han recomendado usar ropa manga larga, pantalón largo, mascarillas y guantes.
La magnitud de la tragedia ha generado críticas hacia la gestión del desastre. Cuando se emitieron las alertas de protección civil muchos habitantes reportaron que llevaban varias horas de intensas lluvias y muchos de ellos ya estaban atrapados en sus vehículos o en edificios inundados. La falta de mecanismos de prevención para enfrentar emergencias de esta magnitud ha sido cuestionada, y muchos ciudadanos han expresado su descontento, sintiéndose abandonados por el Estado. Incluso autoridades locales, como el alcalde de L'Alcúdia, manifestaron su frustración por la falta de comunicación y apoyo por parte de instancias superiores.
Este acontecimiento puso en evidencia el creciente problema del cambio climático que logró intensificar las lluvias y tormentas generando una catástrofe natural. La DANA es un fenómeno conocido como una masa de aire polar muy fría que queda aislada y circula a altitudes muy elevadas chocando con el aire cálido y húmedo generando grandes tormentas sobre todo a finales del verano y principios del otoño. Los expertos meteorólogos lo diferencian del concepto “gota fría” debido a que es más genérico y se refiere simplemente a lluvias intensas y abundantes. La diferente de la DANA es que tiene la característica de que puede durar varios días en el mismo lugar y viene acompañado de una bajada de temperaturas generando un ambiente inestable y eventos climáticos extremos.
Históricamente en España han existido DANAs muy destructivas, por ejemplo, la sucedida en 1973 que afectó Almería, Granada y Murcia. Sin embargo, este fue un temporal histórico y afirman que fue uno de los tres más intensos del último siglo en el mediterráneo. La catástrofe ha dejado profundas secuelas en el pueblo español, no solo por la docena de desaparecidos y fallecidos, sino también por el sentimiento de desamparo y desprotección ante una tragedia de esta magnitud.
Que el conocimiento no se extinga.