Hace 57 años, el 8 de septiembre se instauró como el Día Internacional de la Alfabetización. Esta fecha tiene como objetivo recordar al mundo la importancia de la educación, no sólo como un derecho fundamental, sino también como un medio para dignificar la vida de las personas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) todos los años se propone un lema, este año se tratará de “Promover la educación multilingüe: La alfabetización para el entendimiento mutuo y la paz”.
En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la cual contempla los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se encuentra la educación de calidad dentro de los primeros objetivos. Una gran cantidad de niños, jóvenes y adultos no poseen de formación educativa, hace 50 años era mayor la carencia de habilidades básicas de alfabetización en comparación al año 2024, aunque con el paso de los años notamos el aumento del porcentaje de la tasa global de finalización (Indicador Global ODS 4.1.2).
A pesar del progreso, millones de niños, jóvenes y adultos luchan por adquirir niveles mínimos de competencia en lectura, escritura y aritmética, mientras que otros individuos están fuera de entornos educativos. A nivel global hay mejoras, pero las desigualdades persisten, especialmente en áreas rurales, entre géneros y para estudiantes de entornos desfavorecidos.
La imagen global de los desafíos que conlleva la alfabetización puede ser aún más desalentadora si se tienen en cuenta parámetros adicionales. A partir del lema planteado por la UNESCO, tenemos en cuenta indicadores como el multilingüismo, las limitaciones de las estadísticas convencionales de alfabetización, la falta de datos relevantes, las desigualdades persistentes, el impacto intergeneracional y los propósitos de la alfabetización en diferentes instancias.
El uso de más de un idioma en la vida diaria es cada vez más común en el mundo que habitamos, el cual se torna cada vez más complejo. Para hablar de un parámetro como el multilingüismo, previamente se debe reforzar la capacidad de leer, escribir, identificar, comprender e interpretar. El objetivo de desarrollo sostenible número 4, el cual contempla la educación de calidad, es esencial para mejorar la calidad de vida de las personas que habitan cada región del planeta.
Por otra parte, los idiomas no solo son herramientas de la comunicación sino que también preservan las identidades y culturas, se necesitan esfuerzos conscientes para usar y preservar los idiomas. Sin embargo, a nivel mundial, la UNESCO estima que alrededor del 40% de la población no tiene acceso a una educación en un idioma que hable o entienda. Esto no solo significa un obstáculo en la adquisición de habilidades básicas de alfabetización, sino que también disminuye la diversidad lingüística y cultural.
Desde DiploDocu buscamos destacar el impacto que la educación tiene en el mundo, es fundamental que cada ser humano tenga acceso a educación de calidad. Además destacamos y apoyamos los esfuerzos globales para mejorar la educación. La alfabetización no es solo una habilidad fundamental, sino que es la puerta de entrada a oportunidades personales y laborales. Promover la educación multilingüe es esencial para construir un futuro donde la diversidad sea celebrada y todos tengan la oportunidad de aprender, crecer y contribuir a sus comunidades y al mundo.
Que el conocimiento no se extinga.