TSMC detectó actividad no autorizada durante uno de sus monitoreos rutinarios, lo cual inició una investigación el 25 de julio que derivó en el despido de dos empleados el martes 5 de agosto. Aunque no se determinó el objetivo final de los datos, la fiscalía superior de Taiwán detuvo a los dos empleados junto a un ex-empleado el cual fue posteriormente vinculado a la investigación. Se les acusa de infringir el acuerdo de confidencialidad de la empresa y de violar el acta de seguridad nacional de Taiwán de 2022, que incluye la protección de la propiedad intelectual de tecnologías claves para el país.
TSMC cuenta con una dura política de manejo de la información, respaldada por fuertes medidas de seguridad internas, debido a su propiedad intelectual estratégica, al producir el 90% de los semiconductores más avanzados del mundo. La fabricación de chips es la columna vertebral de la economía taiwanesa y un pilar importante del sector tecnológico a nivel mundial, solamente TSMC se encarga de la fabricación de productos para gigantes tecnológicos como Nvidia, AMD y Apple, siendo este último relevante en el incidente, ya que parte de la información comprometida es sobre los chips con tecnología de 2 nanómetros (2nm), cuya producción en masa está prevista para este año con la intención de emplearse para los chips A20, utilizados en el iPhone 18.
La dura seguridad y monitoreo constante de TSMC es consecuencia de su historia como objetivo de sabotaje en su producción. Siendo el caso más reciente, cuando fue víctima de hackers entre marzo y junio de 2025, los cuales según la fiscalía taiwanesa fueron financiados y organizados por la República Popular China con el fin de robar propiedad intelectual para optimizar su propia producción y reducir su dependencia con TSMC. Estos ataques son parte de la competencia tecnológica entre Estados Unidos y China que se traslada por toda Asia, alcanzando al sector privado. La industria tecnológica de Taiwán se encuentra en el centro de esta disputa, no solo por su progreso tecnológico, también por su vínculo con la industria tecnológica de Estados Unidos, país al cual TSMC anunció en marzo de 2025 la inversión de 100.000 millones de dólares para la construcción de plantas de fabricación de semiconductores, en Arizona. Esta inversión fue criticada por el gobierno chino, calificándola como “poner en bandeja” TSMC a los Estados Unidos.
La investigación sigue en curso, la fiscalía de Taiwán no confirmó si hay indicios del involucramiento de agentes extranjeros, pero continúa considerando el caso como un delito contra la seguridad nacional. Además, las autoridades también detallaron parte del proceso, declarando que se llevaron a cabo interrogaciones de sospechosos antes del arresto, registros de domicilios e investigaciones de Tokyo Electron, empresa japonesa de semiconductores con oficinas en Taiwán. Aunque las autoridades no realizaron comentarios adicionales sobre el motivo de la investigación de estas oficinas.
Que el conocimiento no se extinga.