Esta fecha no es una celebración, sino un día de reflexión, memoria y reivindicación.
El Día Internacional de la Mujer tiene su origen en el movimiento obrero del siglo XIX, durante una época de grandes cambios en el mundo industrial. Las mujeres en occidente enfrentaban una situación económica y social muy restrictiva: no podían votar, no manejaban sus propias finanzas, carecían de educación y tenían una expectativa de vida mucho más baja que la de los hombres debido al maltrato y la mala praxis médica.
En 1848, las estadounidenses Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott reunieron a miles de personas en la primera reunión nacional por los derechos de las mujeres en Estados Unidos. En este evento, se reclamó por derechos civiles, sociales, políticos y religiosos para las mujeres.
Actualmente, se considera que un precedente directo del Día de la Mujer fue la manifestación de mujeres en Nueva York en 1908, donde alrededor de 15,000 mujeres se unieron para demandar una jornada laboral más corta, sueldos más altos y el derecho al voto.
Poco tiempo después, en la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas de 1910, la jóven comunista Clara Zetkin propuso el Día de la Mujer Trabajadora. Esta propuesta fue aprobada, y un año después, el 19 de marzo de 1911 se celebra el primer Día de la Mujer. Esta fecha reunió a más de un millón de personas en Europa oriental.
En 1975, la ONU estableció y celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo a nivel global. Ese mismo año fue considerado “el año de la mujer”.
Desafortunadamente, muchas de las problemáticas por las que se marchó y luchó, aún no fueron resueltas. En términos económicos, la brecha salarial en Argentina hasta 2024 fue de 27%. Esto quiere decir que las mujeres en Argentina ganan un veintisiete por ciento menos que los hombres. Esto implica, además de una desventaja económica para las mujeres, la existencia de un problema estructural del mercado laboral que refuerza la desigualdad de género.
Manifestaciones en Nueva York, 1908.
Además, según el Observatorio de Violencias por Motivos de Género “Mercedes Pagnutti”, en 2024 se registraron un total de 265 muertes violentas en territorio Argentino. De las mismas, 255 correspondieron a femicidios, 7 a travesticidios y 3 a lesbicidios.
El contexto actual de conflictos activos es incluso más desolador para las mujeres. De acuerdo con las Naciones Unidas, las niñas en zonas de conflicto tienen un 90% menos de probabilidad de poder acceder a una educación. También son más susceptibles a ser víctimas de trabajo esclavo o matrimonios infantiles.
Tanto las mujeres como las niñas tienden a ser tratadas como botín en situaciones de guerra, la violación y los embarazos forsozos son una estrategia de terror y una forma de tortura física y psicológica. Este tipo de agresiones también son tácticas de limpieza étnica.
El “Día Internacional de la Mujer” se conmemora en honor a la lucha histórica por los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Múltiples corrientes feministas argumentan que no es una fecha de fiesta o celebración, sino que tiene un propósito de lucha y conmemoración de mujeres fallecidas por culpa de situaciones de inequidad de género.
Simone de Beauvoir dijo: “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”. Es por eso que, hoy más que nunca, debemos conmemorar a todas las mujeres que lucharon por nosotras, y así mismo seguir luchando por las que vendrán después.
Que el conocimiento no se extinga.