Cuando consiguió su independencia en 1898, Cuba entró en un periodo de dependencia nacional respecto a Estados Unidos (EEUU), luego de que lo ayudara económicamente a afrontar la guerra contra España. Leonard Wood, médico y militar estadounidense, fue el gobernador de Cuba entre 1898 y 1901, demostrando el compromiso de EEUU con “facilitar la gobernabilidad en Cuba”. Una de las imposiciones fue la Enmienda Platt, firmada el 20 de abril de 1898.
Este tratado entre Cuba y EEUU se dio a fin de ratificar la salida militar del territorio tras la victoria en la guerra, pero estipulaba términos preferenciales entre ambos países. Su nombre se debe al senador republicano Orville Platt, quien lo diseñó y lo propuso. Entre sus disposiciones más cuestionadas se encontraba el derecho de intervención militar por parte de Estados Unidos cuando éste considerara que sus intereses se encontraban en “peligro” y la imposición de la base naval en la bahía de Guantánamo. Cuba se vio obligado a aceptar este acuerdo ante la nueva amenaza de ocupación permanente norteamericana, habiendo disidencias en el sector político respecto a cómo se debía proceder para garantizar la independencia y la institución de una república en el país.
"Map of Cuba", 1898 - Public domain of the United States
La Enmienda Platt fue aprobada por Cuba con 16 votos a favor y 11 en contra, votación que fue necesaria para lograr la ratificación del tratado de acuerdo con el principio de “extraterritorialidad” del derecho internacional. El tratado estuvo en vigencia hasta 1934, año en el cual se instaló en EEUU la “política del buen vecino”, derogando así el derecho de intervención, aunque continuaba ratificando la permanencia de la base naval. Esto, sin embargo, permitió que Cuba recuperara gran parte de su soberanía y encarara posteriormente la Revolución Cubana en 1953.
Que el conocimiento no se extinga.