Martín Miguel de Güemes fue mucho más que un héroe provincial: fue un estratega clave en la independencia no sólo de la Argentina, sino del proyecto emancipador de toda Sudamérica. A 204 años de su muerte, lo recordamos como un símbolo de lucha popular, federal y profundamente arraigado al territorio. Su figura desafía las narrativas tradicionales, que suelen concentrarse en los próceres del centro del país y en las grandes batallas del sur. Desde Salta, Güemes construyó otra historia: la de un norte que resistió, sostuvo y fue fundamental para la libertad de todo un continente.
Nacido en 1785, fue el único general argentino fallecido en combate durante la guerra de independencia. Gobernó Salta entre 1815 y 1821, y organizó una de las estrategias de resistencia más efectivas de la historia americana: la Guerra Gaucha. Conformó un ejército irregular formado por campesinos, artesanos, criollos, afrodescendientes e indígenas, conocidos como Los infernales, que frenaron siete invasiones realistas en el frente norte. Estos hombres y mujeres conocían el terreno, los pasos de montaña, las quebradas y los valles. Bajo el mando de Güemes, convirtieron su territorio en un escudo para la independencia.
Pero su aporte no se limitó al ámbito local. Su defensa sostenida del norte argentino fue clave para garantizar que José de San Martín pudiera ejecutar el cruce de los Andes y avanzar hacia Chile y Perú. Mientras San Martín desplegaba el plan continental, Güemes contuvo las amenazas en la frontera norte, neutralizando al ejército español que pretendía ingresar desde el Alto Perú. Sin esa retaguardia asegurada, la gesta libertadora habría estado en riesgo. Su papel, entonces, debe pensarse también en el marco de la estrategia regional de liberación del yugo colonial en América del Sur.
A pesar de su relevancia, el reconocimiento oficial a su figura llegó tarde. Recién en 2016, mediante la Ley N.º 27.258, el Congreso de la Nación instituyó el 17 de junio como feriado nacional en su memoria, medida que comenzó a regir en 2017. Esta decisión fue un acto de justicia histórica: al incluir a Güemes en el calendario nacional, se reconoce también a los pueblos del interior y a sus liderazgos, muchas veces marginados del relato centralista.
Hoy, al recordar a Martín Miguel de Güemes, recordamos también el valor del compromiso territorial, de la autonomía popular y del coraje que defendió no solo a una provincia, sino a toda una región. Desde Salta, su lucha fue por la patria. Pero también fue por América.
Que el conocimiento no se extinga.