En el año 2010, durante el Festival de cine de Cannes, la célebre actriz francesa Juliette Binoche presentó la película Copia certificada dirigida por el realizador iraní Kiarostami. Durante la rueda de prensa promocional de la película, Binoche rompió en llanto al enterarse que el director Jafar Panahi, también iraní, había comenzado una huelga de hambre en la prisión en la que estaba arrestado.
15 años después, Juliette Binoche, ahora Presidenta del jurado del Festival de cine de Cannes, fue la encargada de entregarle a Panahi la Palma de Oro, máximo galardón que otorga el festival. Panahi se convirtió en el único director vivo en haber ganado la Palma de Oro en Cannes, el León de Oro en Venecia y el Oso de Oro en Berlín. El filme que lo hizo merecedor de este premio se titula Un simple accidente y busca retratar escenas de la vida cotidiana de la sociedad iraní bajo el régimen teocrático de los ayatollahs.
Panahi rodó el filme en Irán sin autorización de las autoridades del régimen, por lo que tuvo que filmar a escondidas, poniendo su vida en riesgo. En los primeros clips que se conocieron de la película, se puede observar a las actrices utilizando vestimenta de estilo occidental, desafiando las represivas leyes iraníes que obligan a todas las mujeres a utilizar el velo.
La lucha de la sociedad iraní acaparó la atención de la comunidad internacional cuando, en octubre de 2022, el asesinato de la joven kurda Mahsa Amini derivó en un estallido social liderado por las mujeres iraníes, las principales víctimas de este régimen, que salieron a las calles con el lema Women, Life, Freedom (mujeres, vida, libertad).
La cultura iraní siempre sirvió como una herramienta fundamental en la lucha de la sociedad civil para precipitar la caída del régimen. Quizá uno de los ejemplos más emblemáticos sea la novela gráfica Persépolis. Escrita por Marjane Satrapi, este cómic muestra la historia de una niña, la autora, que debe atravesar su adolescencia bajo la sombra de la represión.
Jafar Panahi, ganador de la Palme d'Or por la película 'Un simple accidente' - AP Photo/Natacha Pisarenko
Más recientemente, en marzo de 2025, la película La semilla del fruto sagrado dirigida por Mohammad Rasoulof fue nominada a Mejor Película Internacional en los premios Oscar, representando a Alemania. El filme, que tiene como telón de fondo las protestas del movimiento de mujeres, busca hacer frente a la censura de las autoridades iraníes, por lo que su proceso de producción debió ser finalizado en Alemania.
La decisión del jurado de otorgar la palma de oro a Un simple accidente se enmarca en un fuerte contexto de resistencia cultural del pueblo iraní que, a través de sus artistas, busca hacer oír su voz. En un país como Irán, donde prácticamente todos los disidentes políticos se encuentran muertos o en prisión, la posibilidad de mostrar la diversidad cultural del país a través de distintos estilos artísticos es fundamental para que la cultura liberal iraní no se extinga.
Una mujer sin velo puede parecer una obviedad en cualquier película realizada en Occidente, pero en una película filmada en Irán, manifiesta una simbología que busca trascender más que el hecho artístico.
Es un mensaje a todos los autoritarios del mundo: Panahi demuestra que enfrentarse al autoritarismo y la censura a través de la creación artística requiere un coraje que los ayatollahs jamás comprenderán.
Que el conocimiento no se extinga.