El conflicto entre las dos ciudades-estado más importantes de la Grecia antigua se trató de la Guerra del Peloponeso. Este crucial acontecimiento fue narrado por Tucídides quien fue un general ateniense que escribió “la Historia de la Guerra del Peloponeso” entre Atenas y Esparta. La importancia de Tucídides para diversas disciplinas, y particularmente para las Relaciones Internacionales, se debe a que este autor fue uno de los primeros en narrar un conflicto de manera objetiva.
Tucídides puede ser considerado uno de los primeros historiadores, dado que abandona lo divino como explicación de las cosas y recurre a métodos completamente nuevos para la época, basándose en la observación y en la entrevista. También, en su escrito reflexiona sobre las causas y los motivos que llevaron al enfrentamiento.
Para entender el enfrentamiento entre estas dos ciudades-estados debemos tener en cuenta que en la Grecia antigua se destacaban dos centros de poder que fueron grandes rivales. Se trataba de Atenas y Esparta, ciudades que estaban muy cercanas geográficamente pero muy alejadas ideológica y políticamente.
Esparta fue una de las ciudades-Estado griegas más importantes de las épocas arcaica y clásica, y fue famosa por la destreza de su poderoso ejército. Para todos los ciudadanos espartanos había un fuerte énfasis en el entrenamiento militar, el poder y la disciplina. También otra de sus características distintivas era que su régimen de gobierno estaba conformado por una monarquía dual.
En cuanto a Atenas, se desarrollaba una marcada división social entre esclavos y ciudadanos, donde los segundos participaban del centro de la vida política en la polis. Esto se debe a que en la democracia directa que se desarrollaba en Atenas los ciudadanos participaban activamente de la política discutiendo los asuntos de la ciudad-estado.
Estas dos ciudades se enfrentaron en “la guerra del peloponeso”. Es importante entender cuáles fueron las causas que motivaron, según Tucídides, a estas dos polis a enfrentarse en este conflicto. Una de las principales causas del conflicto se trató del marcado recelo de Esparta por el rápido y avasallante crecimiento de Atenas, la cual contaba con una gran flota marina que financiaba a través de los impuestos. Tucídides afirma: “Los atenienses, al hacerse poderosos e inspirar miedo a los lacedemonios -habitantes de esparta-, les obligaron a luchar”. Este temor fue el motor subyacente que terminó arrastrando a la guerra. Otro desencadenante fue el Decreto de Megara: en 433 a.C. Atenas impuso sanciones económicas a Megara que prohibían a esta ciudad a acceder a los puertos y mercados del imperio ateniense, afectando su economía y provocando presión para que Esparta intervenga.
Toda esta rivalidad y competencia entre las polis se vio reflejada en la división de Grecia en dos grandes bloques. Por un lado, estaba la Liga de Delos, liderada por Atenas, una coalición principalmente naval y comercial. Y por el otro extremo la Liga del Peloponeso, comandada por Esparta, más terrestre y militar. Estas dos alianzas reflejaban no solo intereses estratégicos, sino también modelos políticos: Atenas promovía la democracia, mientras Esparta mantenía un régimen oligárquico y militarista. Esa división estructural profundizó el antagonismo entre ambas potencias
La primera fase de la guerra del Peloponeso se desarrolló en 431-404 a.C., entre Atenas y Esparta, la cual acabó en una tregua entre las partes, aunque finalmente Atenas fue derrotada en la segunda guerra del Peloponeso, cayendo de su posición de poder.
Atenas perdió su imperio, la riqueza de su ciudad y sus murallas fueron destruidas. A pesar de esto, su reputación cómo centro de aprendizaje de filosofía griega evitó que saquearan la ciudad y la esclavización de la población. Atenas luchó por desprenderse de esta condición de estado sometido, con cierto éxito, hasta que fue derrotada en el 338 a.C. por las fuerzas macedonias al mando de Filipo II en Queronea.
El análisis de Tucídides sobre la Guerra del Peloponeso constituye una referencia fundamental para la historiografía y el estudio de las relaciones internacionales. Al identificar el temor espartano ante el ascenso ateniense como causa estructural del conflicto, su obra ofrece un modelo temprano de interpretación racional de la política y la guerra, destacando la interacción entre factores estratégicos, económicos y culturales en la configuración de los procesos históricos.
Que el conocimiento no se extinga.