La construcción de la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, España comenzó hace más de 140 años. Si bien fue el arquitecto Francisco de Paula del Villar quien diseñó los primeros planos en 1882, Antoni Gaudí trajo su propia impronta original a la obra cuando asumió su construcción en 1883.
Durante 45 años, Gaudí trabajó en la fachada del nacimiento, una de las cuatro de la Basílica y la única que llegó a ver completa. En 1926, el arquitecto muere atropellado por un tranvía volviendo a su casa desde la obra. Si bien ese día salió solo de la capilla, cuando regresó tres días después para su funeral, estuvo acompañado por miles de personas de diferentes clases sociales que buscaban venerar el trabajo del artista.
Desde ese momento, 9 arquitectos y más de 25 artistas y escultores alrededor del mundo participaron del proyecto. Gaudí siempre supo que la construcción era demasiado ambiciosa para llegar a completarla en vida; por eso dejó planos y modelos de sus imaginarios para la Basílica. Durante la Guerra Civil española, La Sagrada Familia fue objeto de vandalismo, y se quemaron fotos, planos y modelos de yeso con el fin de obstruir su construcción. Francesc de Paula Quintana fue el primer arquitecto en continuar la construcción, con la ayuda de toda la información que se logró recuperar del taller de Gaudí. Si bien esos planos siguen siendo la guía, cada artista que formó parte del proyecto pudo darle su toque personal a la obra.
En 2005, La fachada del Nacimiento y la cripta del templo fueron nombradas Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Dos años después, el papa Benedicto XVI dedicó la Basílica al culto y la declaró basílica menor.
Cada detalle de la basílica es intencional. Las columnas internas están diseñadas para emular árboles en un bosque, con ramas que se separan en las copas. Los vitrales utilizan tonos cálidos y fríos para referenciar las diferentes estaciones del año. El diseño de la basílica incorpora dieciocho torres, que representan simbólicamente a los Doce Apóstoles, los Cuatro Evangelistas, la Virgen María y Jesucristo en orden ascendente. A partir de 2010, se han construido ocho agujas, cuatro en la fachada del Nacimiento y cuatro en la fachada de la Pasión. Esta última narra desde la muerte de Jesucristo hasta su resurrección a través de diversas esculturas distribuidas por la pared. Por su lado, La puerta de la Gloria de la Sagrada Familia de Barcelona tiene inscrita la oración del Señor en más de 50 idiomas
Si bien la finalización de la obra está proyectada para el año 2026, no se espera que los detalles artísticos sean concluidos antes del 2034.
Que el conocimiento no se extinga.