Ficha técnica:
Título de la película: The Killing fields
Director: Roland Joffé
Actores principales: Sam Waterston, Haing S. Ngor, John Malkovich, Julian Sands, Katherine Krapum Chey, Craig. T. Nelson
Año de estreno: 1984
Género: Drama/ Bélica
Duración: 141 minutos
Calificación: 7,5
Los gritos del silencio es un film basado en hechos reales, ocurridos durante el régimen de Pol Pot y los Khmer Rouge (“Jemeres Rojos” en español, siendo estos los miembros del Partido Comunista de Kampuchea) en Camboya entre los años 1975 y 1979. La película narra la amistad entre el periodista y corresponsal del New York Times, Sydney Schanberg (Sam Watterson) y el reportero camboyano Dith Pran (Haing S. Ngor), quienes trabajaron juntos cubriendo la guerra de Vietnam y sus consecuencias en el Sudoeste Asiático.
El filme cuenta el avance del régimen comunista de los Jemeres Rojos, la evacuación de las embajadas de Phnom Penh en 1975 y las consecuencias humanas del régimen de Pol Pot. Durante la evacuación, Schanberg asegura la extracción de la familia de Pran, pero él insiste en quedarse para ayudar a Schanberg. Durante un desfile por la ciudad, Schanberg se encuentra con un destacamento de los Jemeres Rojos, que los arrestan de inmediato. El grupo es llevado a un callejón donde los prisioneros están siendo retenidos y ejecutados. Pran negocia para salvar la vida de sus amigos, y el grupo se retira a la embajada francesa. Los Jemeres Rojos ordenan que todos los ciudadanos camboyanos en la embajada sean entregados, a lo que el embajador obedece. Sabiendo que Pran será encarcelado o asesinado, Rockoff (John Malkovich) y su colega fotógrafo Jon Swain (Julian Sands) intentan falsificar un pasaporte británico para Pran, pero el engaño falla y el camboyano es entregada a los Jemeres Rojos y obligada a vivir bajo el régimen totalitario.
Schanberg logra regresar a Estados Unidos, pero Pran es enviado a los campos de trabajo forzado (conocidos como los “campos de la muerte”), donde millones de personas perdieron la vida durante el genocidio camboyano. La historia se centra en el drama humano de la supervivencia, y la culpa del periodista occidental por no haber podido salvar a su amigo y colega camboyano. El drama se enfoca en la lucha de Dith Pran para sobrevivir al genocidio y hace referencia directa a lugares donde se perpetraron las masacres masivas.
Se muestra a una Camboya afectada por el horror del régimen de Pol Pot, que asesinó cerca de 2 millones de personas en nombre de una utopía marxista igualitaria. También se aborda la tensión entre el deber del periodista de contar la verdad y el riesgo que implica para los colaboradores locales. Schanberg confronta su propia responsabilidad moral: su amistad con Pran es el eje emocional y hay un contraste entre quién puede irse y quién debe quedarse a enfrentar la barbarie. A pesar del horror, el relato de la huida de Pran muestra la capacidad humana de resistir a lo inhumano. La música aporta un tono íntimo y meditativo que subraya el horror con sensibilidad, a fin de mostrar lo vivido en primera persona por los camboyanos.
Los gritos del silencio tuvo una crítica que destacó la autenticidad emocional del relato, la actuación desgarradora de Ngor (Pran) y la valentía de abordar un genocidio muy ignorado por el occidente. Algunos críticos señalaron que el enfoque occidental (centrado en Schanberg) podía verse como una limitación, pero la figura de Pran logra eclipsar esta tendencia y devolver el protagonismo a las víctimas. La película ganó tres premios Óscar por fotografía, edición y mejor actor de reparto para Ngor.
La película ayudó a visibilizar a nivel global el genocidio camboyano. En 2025, se cumplen 50 años de este hecho terrorífico y poco conocido fuera de Asia. El filme se convirtió en una herramienta poderosa de memoria histórica, y generó conciencia sobre el papel de la comunidad internacional frente a las dictaduras del Tercer mundo y la responsabilidad moral de los medios y los gobiernos extranjeros ante los crímenes de lesa humanidad. En el estreno (1984) sirvió para denunciar los efectos del extremismo ideológico y ayudó a consolidar la memoria del genocidio camboyano como una herida abierta en la historia del siglo XX.
La película es recomendada para aquellos que les interesen la historia contemporánea, los derechos humanos y temas afines. También es ideal para estudiantes de Relaciones Internacionales, Ciencias Políticas y Comunicaciones Sociales, ya que se plantean dilemas éticos del periodismo y de la comunidad internacional frente a los crímenes de lesa humanidad.
La película es una obra profundamente conmovedora, no solo porque denuncia las atrocidades cometidas por los Jemeres Rojos en Camboya, sino que también expone el impacto humano de la guerra y los límites de la solidaridad. Logra que el espectador se sienta conmovido, indignado y esperanzado a la vez.
Los gritos del silencio no solo es una película sobre el genocidio camboyano, es una meditación sobre la dignidad humana, la amistad y el valor de la memoria. A través de la historia de Sydney Schanberg y Dith Pran se revela el abismo entre quienes pueden contar la historia y quienes sufren en el silencio. La película confronta a la audiencia con una verdad incómoda: que muchas veces los conflictos más atroces suceden a espaldas del mundo, sin testigos, ni justicia, ni ayuda humanitaria. Es otra reflexión acerca de las guerras, las dictaduras y las persecuciones que siguen ocurriendo. La película sigue vigente, como un llamado de atención para comprometerse con la verdad, dar lugar a quienes fueron silenciados y aprender de la historia para no repetirla.
No es solo un ejercicio del cine sino un acto de conciencia.
Breve presentación de los personajes principales:
Dith Pran: Periodista Camboyano, intérprete y fotógrafo. Su historia es el corazón de la película, es capturado por los Jemeres Rojos y sobrevive a años de trabajos forzados. Representa la dignidad y esperanza, como también a esos millones de camboyanos que sufrieron el silencio
Sydney Schanberg: Periodista estadounidense del New York Times, corresponsal en Camboya durante la guerra. Es un hombre comprometido con la verdad, pero que debe enfrentar la culpa y la impotencia por dejar a su amigo en Camboya en manos de los Jemeres Rojos. A través de él, se explora la tensión entre el deber profesional, la ética y el privilegio occidental.
Al Rockoff: Fotógrafo de guerra estadounidense, personaje secundario que muestra el esfuerzo colectivo de los corresponsales por proteger a Pran, y refleja la impotencia de los de afuera, quienes intentan actuar ante la imposibilidad de salvar a todos.
John Swain: Periodista estadounidense que refleja la integridad periodística y la solidaridad entre los colegas, sobre todo en el vínculo con Sydney Schanberg y su intérprete Dith Pran. Mantiene un papel firme en informar al mundo sobre las atrocidades de los Jemeres Rojos.
Que el conocimiento no se extinga.